Manuel García Ferré fue durante casi 40 años el dibujante -y la editorial- que dominó la escena de la fantasía infantil argentina. De su pluma salieron míticos personajes como Anteojito, Pi-Pío, Trapito, Hijitus, Neurus, Pucho y Calculín. Desde 1964 publicó su revista estrella “Anteojito”, y para los años ´80 ya estaba en una notable madurez comercial. Series de Tv, películas, merchandising. Dicen que en Florida llamaban a Disney “el García Ferré americano”.
En 1983, con la viveza comercial que caracterizaba a Don Manuel, decide editar el álbum de figuritas “Querido Dios, tu mundo es maravilloso”, una creación de la ilustradora Annie Perona para la agencia de diseño International Greetings Ltd de Nueva York (hoy IG Design Group) que triunfaba en el gran país del norte: cuadernos, stickers, bolsos, mochilas y artículos de librería inundaban las calles con imágenes de niños expresando frases graciosas hablándole a Dios. Una especie de contrapeso a la moda de Snoopy de entonces.
El albúm se caracteriza por ser una belleza visual simple con una ternura poco típica para la época y que no se emparentaba tanto con el estilo gráfico de García Ferré. Fue editado por UltraFigus (difícil saber cuál fue el motivo que la editorial de Don Manuel no prefirió quedarse con todo el crédito de la publicación) y cargaba 200 figus. Claro, Antejito promocionaba la colección y durante dos semanas trajo sobres de regalo.
“Querido Dios, tengo que llamarte a larda distancia?” dice un nene con un teléfono de línea. “Querido Dios, le podés decir a ella que la quiero? Tengo vergüenza” dice otro tocándose el corazón rodeado de corazones. El mensaje es casi banal y completamente naif, un tono muy de moda en la época. Si, todas las figus arrancan con el “Querido Dios…” y una frase ingenua de un nene en referencia a él, la vida, su mascota o amigos. La firma de Perona está en todas las ilustraciones.
Si bien en Estados Unidos se lo vio como un simple mensaje infantil y naif, la recepción en Argentina fue muy religiosa y se convirtió en una colección de culto (valga la obviedad) para los sectores católicos y evangélicos. Por eso no fue el éxito comercial que Don Manuel suponía. Mas allá de eso, es una colección preciosa que se revaloriza con el correr de los años y que los coleccionistas con una mirada más cultural atesoramos, aun los que somos agnósticos.
Personalmente, mi mamá me lo compraba a los cinco años, y por entonces no tenía con quien intercambiar (más allá de que no fue un albúm popular) por lo que me quedó incompleto con 36 faltantes. Al momento de escribir este artículo solo faltan 12 y no tengo dudas que pronto podré darme el gusto de completar este regalo que nos hizo Don Manuel. Porque, querido Dios ¡Qué maravilloso es completar un álbum!.
FICHA TÉCNICA
Año | 1983 |
Editorial | Ultrafigus |
Figuritas | 200 |
Stickers | No |
Troqueladas | No |
Transparentes | No |
Póster | No |
La Difícil | Ninguna |
¿Querés sugerir una corrección? Hacé click acá.